Por @yerkodanilo
Luego de más de dos años del lanzamiento de “Todas seremos reinas”, llega el momento en que la cantante nacional sincera su proceso de autoconocimiento y sanación con un nuevo concepto discográfico, donde la danza y la introspección son protagonistas en el camino de la heroína que nos presenta “Supernova”.
MV: Cada lanzamiento se vive de una forma distinta, porque son épocas distintas de tu vida. ¿Qué emociones has estado transitando en estos días #MuySupernova?
“Muchas (risas)… Siempre soy súper autoexigente, cada vez que termino un proceso como este me preguntó qué es lo que viene, es una mezcla de felicidad y un vacío que te deja haber liberado un proyecto. He transitado por alegría, melancolía, tristeza, ansiedad… De todo. Generalmente no hay pausas para disfrutar, pero después de harta terapia he tenido que intentarlo, sentarme a disfrutar y celebrar, es #MuyImportante para valorar el camino recorrido y seguir avanzando”.
MV: ¿Dónde encuentras una red de contención para procesos como este?
“Para mí es importante generar un refugio de contención y apoyo no solo emocional, soy mucho de lo físico y de compartir. Gran parte de eso es mi familia, mi marido, mis gatitos y perritos, mis amigos y también la gente con la que hemos desarrollado una comunidad con mi música”.
MV: Más que una reina o una heroína, este disco me refuerza el concepto de que tienes una fortaleza heavy para enfrentar la adversidad. ¿Cuáles fueron las montañas que superaste para lanzar este álbum?
“Muchas (risas), no puedo hablar de todas, pero en su mayoría fueron montañas ejecutivas/administrativas y también hubo personales, por primera vez en mi vida habité… No sé si oscuridad, pero sí tomé conciencia de que la salud mental era más que importante. Estar en la vorágine de cumplir, de llegar a la meta, de entregar hizo que por mucho tiempo descuidé de mí misma y me llevó a una depresión donde habité mucho mi vulnerabilidad desde un lugar que nunca creí posible, siempre bordeaba el positivismo tóxico de decirme ‘tú puedes, todos podemos’, pero a veces de verdad no se puede… y experimentarlo fue súper fuerte, fue la gran montaña experimentarlo y saber pedir ayuda, sacarme los prejuicios o estereotipos que tenemos en cuanto a la salud mental e ir al psiquiatra, complementar terapias”.
“La heroína del disco es también conectarse con tu ser superior, con tu espiritualidad y conocerse a sí mismo, ser capaces de salvarnos de esa oscuridad. ‘Supernova’ nació en un momento donde mi papá estaba intubado y era la imagen clara de estar en una pieza oscura viendo una pequeña lucecita, ir hacia esa luz. Podemos ser capaces de salir adelante”.
MV: ¿Qué está liberando esta estrella en explosión? ¿Qué había dentro de ti con tanta intensidad para lograr salir en este disco?
“Hartas cosas… Rabia, alegría, ansiedad, espiritualidad. El permitirme estar mal era algo nuevo para mí, pero era importante darle el espacio que merecen todas las emociones, observarlas y saber que están para avanzar, ir conviviendo con más herramientas para vivir de manera más sana y constructiva”.
MV: Estamos en evolución constante. Siempre. ¿Hacia dónde, hacia qué sientes que estás evolucionando?
“No sé, es difícil… Siéndote súper sincera hoy me siento perdida, pero es necesario a veces perderse. Parte de mis procesos creativos es sentirme un poco loca, voy llevándome a extremos o situaciones críticas o caos internos para que eso se transforme en experiencia y luego en canción. Las canciones sin vivir las cosas terminan siendo, para mí, poco identificables. La honestidad es una puerta hacia la empatía y la música es el canal para que la gente pueda empatizar contigo, conectar… Hoy, con honestidad, no sé quién soy (risas) ¿te cachai? Tengo varias intenciones que creo que entiendo hacia dónde estoy yendo y las abrazo”.
MV: Se aproxima la gira Supernova. ¿Qué nos quieres contar de esto?
“La gira es sobre todo con shows en regiones, porque Santiago no es Chile y está bueno llevar este espectáculo a regiones, estamos preparando algo súper lindo, hay un guion y mucha intención de explotar otras visiones, mucha danza, mucha presencia coreográfica y muchas voces”.
MV: Hay mujeres que llevan años en tu equipo, conociéndose y conectando, como tu coreógrafa, Ana. ¿Cómo fue esa pega silenciosa para expresar con danza lo que querías?
“Son años de amistad, respeto mutuo y habitarnos la una a la otra. Ana es una compañera que amo y admiro muchísimo. No es solo mi compañera de trabajo, es un refugio, es mi soporte y mi compañera creativa. Cuando le hablo de una idea vamos fluyendo las dos de un lugar de intenciones compartidas. La danza es un lenguaje que efectivamente uno puede explorar para comunicar concretamente, es bacán que sea parte del lenguaje de este álbum… Ensayamos mucho e hicimos audiciones porque me parecía lindo abrir espacio a nuevas bailarinas, fue un proceso súper nutritivo”.
UNA MIRADA AL PASADO
MV: Hace muy poco ‘I wanna give my heart’ volvió al show…
“Me gusta mucho esa canción, representa un proceso de mi vida súper específico, es súper pop y #MuyDenise en su esencia y parte de eso también se buscó en este álbum, que fuera un pop para ir encontrando una veta musical”.
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MV: En el 2007 cantabas “Princesa” con temor sobre un escenario. Hoy el escenario es tuyo. ¿Qué pensaría la Denise de Amango viendo lo brutal que es tu proyecto hoy día?
“Lloraría (risas)… Lloraría por todo, la abrazaría porque es un largo camino y le diría que ‘lo logramos’. El hecho de pararse arriba del escenario es algo súper complejo, si bien puedes estudiarlo y ensayar, la única forma de desarrollar la seguridad es la experiencia, es pasar por muchos escenarios e ir conociendo las emociones que te brinda estar arriba del escenario, cómo tu cuerpo funciona con la adrenalina, la ansiedad, el miedo, el perfeccionismo y la presión, un montón de cosas que solo se explotan en el show mismo. Agradezco mucho todo el proceso, mi templanza, perseverancia, sacrificio y voluntad… Ahí me aplaudo, lo logramos”.
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