Por @carlosmenesess
En un mundo lleno de estímulos constantes, parece que estar distraído es más una maldición que una bendición. Desde que soy pequeño siempre me hicieron ver que mi mente dispersa y llena de energía era algo malo, desde mis profes, las mamás de mis amigos, ¡hasta mi propia familia! Pero… ¿y si te dijera que ser distraído puede ser tu mejor aliado para liberar tu creatividad? Y no, no estoy hablando de dejar que tu mente se pierda en las redes sociales o en tu feed de noticias, sino usar esas pequeñas desconexiones como una herramienta para desatar nuevas ideas, potenciar tu inspiración y ejecutar proyectos de manera más fluida y efectiva.
La distracción es una gran amiga de la creatividad
Si eres de los que tienen la mente dispersa, siempre pensando en mil cosas a la vez, en lugar de verlo como un defecto, abrázalo como una ventaja. En el fondo, la distracción es un canal directo hacia lo inesperado, lo curioso, lo novedoso. La creatividad no siempre surge de la concentración total; a veces, es precisamente cuando nuestra mente se pone #MuyDispersa que aparece esa chispa de genialidad que no habíamos planeado.
Mi experiencia me ha demostrado que momentos de distracción activa pueden mejorar la creatividad, ya que la mente, en lugar de estar atrapada en una sola tarea, salta entre ideas y conexiones, muchas veces creando asociaciones nuevas que yo jamás habría considerado si estuviera enfocado al 100%. Esa misma fragmentación mental es mi caldo de cultivo perfecto para la inspiración de un contenido #MuyCarlos, que tanto les gusta a mis seguidores.
#MuyAtent@s ¡La distracción debe ser controlada!
Ahora, como todo en la vida, hay que tener balance. La clave está en saber cuándo y cómo usar la distracción para sacarle el máximo provecho. Si estás trabajando en una idea o proyecto creativo, te recomiendo establecer un entorno que te permita experimentar la distracción de forma #MuyProductiva.
Consejo 1: Cada vez que quiero que mi creatividad fluya a mil, apago mi celular, me dirijo a la cocina y lo dejo en el mueble donde guardo mis platos para no estar pendiente de alguna notificación que pueda cortarme la inspiración. De esa forma, evito que mi mente al escuchar el sonido de notificación del celular divida su atención, entorpeciendo completamente mi proceso de creación. Poner tu teléfono en modo avión o, aún mejor, dejarlo fuera de tu alcance, te permitirá estar en el momento presente y aprovechar cualquier distracción interna que surja para sacar a flote lo mejor de tu creatividad.
Consejo 2: ¡Deja que tu mente divague! No te castigues por pensar en algo que no tiene nada que ver con lo que estás haciendo. Si de repente te desconcentras con lo rico que es tu desayuno o en un recuerdo random del pasado, no lo ignores, puede ser el inicio de una nueva idea #MuyExitosa. ¡Anótala en tu libreta, en un pizarrón o en las notas de tu celular como lo hago yo! La inspiración está en todos lados y tu mente lo sabe. ¿Qué esperas?
Consejo 3: ¡Aprovecha las tragedias que te suceden! No importa cuán vergonzosa sea la situación, cada tragedia tiene un momento de creatividad que puedes utilizar para encontrar esa luz de inspiración que estabas buscando. Jamás olvidaré este momento #MuyCarlos en el que luego de meses, me di cuenta que las cuentas del agua de mi departamento no estaban incluidas dentro de los gastos comunes, algo que para cualquiera puede ser muy vergonzoso y casi una tragedia, pero yo lo transformé en contenido que resultó ser #MuyViral e incluso muchas personas me comentaron que tampoco tenían idea, salvándolas de tener una deuda en sus hogares.
La distracción como motor de inspiración
Lo más interesante es que mientras más aceptes esa fluidez mental, más se activa tu creatividad, ya que no sólo estarás mejorando tu habilidad para generar ideas, sino que esas distracciones pueden volverse incluso una fuente de contenido. ¿Has notado que a veces una conversación aparentemente #MuyRandom puede inspirarte a escribir un artículo o a crear un video? ¡Eso es exactamente lo que quiero decir!
A medida que avanza el día y las distracciones se acumulan, tu mente comenzará a procesarlas de maneras cada vez más productiva, o así sucede conmigo. Esa información dispersa puede servir como material para nuevas propuestas, proyectos e incluso como alternativa para resolver problemas. Las distracciones no son sólo momentos perdidos, sino pequeños respiros para hacer crecer tu inspiración.
Un día lleno de distracciones es un día lleno de creatividad
El truco está en darle a la distracción su espacio, pero con cuidado, ya que si logras aceptar que tu mente no siempre estará 100% enfocada en una tarea, pero también la encauzas para que esas distracciones contribuyan a tu proceso creativo, verás cómo la productividad y la creatividad se multiplican.
Y recuerda: las distracciones, cuando se aprovechan bien, son como el combustible para tu imaginación. Así que, no temas dejarlas entrar. Déjalas fluir y observa cómo todo lo que te rodea puede inspirarte de maneras que nunca imaginaste.
Al final del día, la distracción es mi mejor herramienta creativa que me hace ser #MuyCarlos, ¡y también pueden ser #MuyTuyas!