Por @vestalugg
Me imagino que, como la mayoría, cumplir años viene de la mano de sentimientos encontrados.
Me siento #MuyBendecida por todas las aventuras que he vivido esta última década. Hice cosas que nunca pensé lograr y cumplí sueños que nacieron en los años donde vemos a las mujeres en nuestras vidas y decimos “quiero ser como ella cuando grande”. Ellas me ayudaron a formular referencias de lo que quería para mí misma y, al mismo tiempo, objetivos que tienen su lado negativo y positivo.
Ahora que estoy por cambiar de folio me doy el permiso para hacerme nuevamente la pregunta: “¿Quién quiero ser cuando grande?“. Ahora que ya estoy aquí, con lo logrado, lo modificado y los fracasos que vienen de la mano de ponerse metas, me siento con el deber de tener esta conversación conmigo misma de nuevo, ¿o no? ¿Estoy muy grande para hacerme esa pregunta? En todas estas encrucijadas no me había detenido a pensar en la realidad de la edad asociada a los sueños, y que efectivamente le ponemos fecha de caducidad. Veo a algunas de mis compañeras de trabajo y colegas con más edad y los comentarios que acompañan sus acciones y decisiones, y hay mucho de “¿ya está grandecita para eso, o no?“. Sorry, pero ¿los sueños son para la juventud? 🤔
Me hago responsable de haber llegado a mis 29 años y estar dándome cuenta de esto recién ahora. “Recién ahora” porque también estoy viviendo nuevos desafíos con respecto a ser una mujer que, naturalmente, también envejece. Me imagino las conversaciones que estaré teniendo y los obstáculos que estaré enfrentando en las décadas por venir.
Si leíste mi libro (“Negóciate y gana“), sabes que hago el ejercicio de plantear, dentro de lo posible, mis opiniones con una ecuación positiva. Lo que acabas de leer en los párrafos anteriores es contradictorio a esa ley. Entonces, con el objetivo de abrirnos a una conversación que inspire y nos lleve a un lugar contagiosamente motivador, les quiero compartir alguna de mis metas y así las dejo plasmadas, esta evidencia me ayudará a mantenerme responsable conmigo misma.
Al final del día quiero cumplirme a mí y acostarme sabiendo que me fui honesta. Quizá este es un ejercicio que puedes sumar a tu rutina personal, es lindo soñar y ponerte metas, puede ser tu motor para romantizar cuando necesitamos ver la vida con más color… Y yo pretendo vivir todas mis etapas pidiéndole distintos deseos al arcoíris.
Pongámonos personales: este año corrí mi primera maratón, el próximo año quiero conocer Tokyo y Seoul y retomar las clases de actuación. Quiero hacer un viaje grande con mi amiga Josefa, una de las mujeres más cercanas en mi vida y lazo que mantengo desde el colegio. Quiero darme permiso de soltar los prejuicios que tengo de cumplir años, de soltar lo que puede llegar a pasar con mi trabajo porque una persona más joven o más cool que yo está siendo considerada para algún proyecto en común. Es muy ambivalente esta vivencia.
Ahora, creo que lo que más destaco es que hoy soy una mujer distinta a la que era hace diez años atrás. Me siento tanto más capacitada, creativamente lista y capaz de enfrentar las distintas áreas de mi vida. No cambiaria nada por la confianza que siento en mí misma, ni tampoco retrocedería el tiempo si implicara poder volver atrás. ¿Cuáles son mis 30 aprendizajes que les puedo transmitir para convertir la incertidumbre de lo que se viene en algo positivo?
1) Nadie te apura además de ti: son tus tiempos y nada es tan urgente (a menos que sea de categoría claramente urgente).
2) Hazlo. Simplemente hazlo. Con miedo, menos preparado de lo que quisieras estar, con incertidumbre… Hazlo.
3) Permítete cambiar de opinión: somos humanos. Es valido que nuestra percepción sea fluida.
4) Usa el modo avión en tu teléfono cuando estés abrumado. No necesitas estar conectado 24/7.
5) Por la trama: es muy fácil aislarme. Cuando estoy pasando por algo difícil, tiendo a esconderme. Mi mantra para salir de esa sensación oscura –> Hazlo por la trama.
6) Habla en positivo. Puedes decir lo mismo, en otras palabras, con una connotación positiva. Te prometo que te llevara más lejos.
7) Sé puntual. Si no lo eres por naturaleza, trabájalo.
8) Apréndete los nombres de las personas ❤.
9) Cuida tus hábitos. Podrás disfrutar más de las cosas que te llenan el estanque.
10) Toma agua. Ojalá dos litros diarios.
11) Cuida a los tuyos. Cuídalos con cariño y honestidad. Trabaja tu capacidad de decirle lo que piensas y tu sentir.
12) Déjalo ir: no podemos controlar todo ni cambiar todos los resultados que no nos gustan. Déjalo ir y concéntrate en lo que viene.
13) Lee bien los correos antes de enviarlos. Ojalá tres veces. El control de calidad te va a salvar en muchas oportunidades.
14) Puedes hacer lo que te propongas si te permites el tiempo de mantenerte adherente y constante. Todos los éxitos están al otro lado de la consistencia.
15) Aprende un poco de todo: No porque hoy no sea parte de tu trabajo significa que en algún momento no va a sumar.
16) Guarda el cepillo de dientes en tu bolso de día a día. Hazlo no más.
17) Sonríe cuando entres a ascensores.
18) Pon alarma en tu teléfono para tus recordatorios. Agenda todo en tu aplicación de calendario. La mente es capaz de muchas cosas y podemos apoyarnos en la tecnología para alivianar nuestra carga.
19) Romantiza tus relaciones de amistad. Nos enseñan muchas cosas. Merecen más crédito.
20) No interrumpas.
21) ¡Lee más! Cuesta un poco en el comienzo, pero se convierte en un hábito que te ayuda a desconectarte después de un largo día. Para eso, leo en papel.
22) Ponte una meta grande al año. Que sea tan, tan, tan grande, que te cambie la vida. La mía este año fue correr 42 kilómetros. Qué lindo es poder mirar hacia atrás y saber qué año hiciste qué locura y cómo esto te transformó.
23) Crea tus rutinas, ojalá poder tener una que te dé tiempo para ti a la mañana y otra a la noche.
24) ¡SUBE EL CONTENIDO! Sin miedo al éxito. Si quieres subir esa foto o reel, ¡hazlo!
25) Donde cabe un perro, caben dos ☺.
26) Ojalá puedas cumplir con moverte esos 10.000 pasos diarios. Tu cuerpo te lo va a agradecer a largo plazo.
27) Puedes hacer amigos nuevos siempre. Te lo prometo. Es más largo a veces… La disposición y la proactividad son las variables que más he encontrado que hacen la diferencia.
28) Ríete de ti mismo también… Nada es tan profundo como pensamos y nadie anda tan pendiente. Hace bien no tomarnos las cosas tan en serio (a menos que lo sean).
29) Enamórate de todo lo que quieras y de todos los que quieras. Enriquece la experiencia humana. Sé esa persona intensa que vive sus emociones de forma honesta. No las ocultes.
30) Sé fiel a ti mismo. Cúmplete a ti mismo. Nada se compara con esa sensación de haber hecho lo que dijiste que ibas a hacer a pesar de las adversidades, de los fracasos y la cantidad de veces que lo tuviste que intentar de nuevo, y del tiempo que te demoraste. Hazlo por ti.
Volver a escribir esta sección es algo que ha costado bastante tiempo. Después de lanzar el libro y ver cómo muchos conectamos con crear espacios positivos para conversar y hablar de ideas, me di cuenta que quiero que mis 30 sean eso. Hablar mas de metas y sueños, y ver a otros lograr lo que se proponen también. De una u otra forma, ustedes son los que me motivan a mí todos los días para creer en mis capacidades y creen la bondad de lo cotidiano. Gracias.
Entonces, para la Vesta de los 20…. Esta carta y enumeración de tus conclusiones es un premio a tu forma de ver el mundo. Vas bien. Es tu ritmo. Y hay miles de personas que están celebrando esa misma sensación. Es una fiesta que todos merecen vivir.