Por @yerkodanilo 🥝
Las canciones de Romper la burbuja, álbum debut de Joaquina, hablan por sí solas, pero en equipo. Es como si una composición se fuese uniendo a la siguiente para crear un universo auditivo que te hace conectar con las emociones que vives a flor de piel, y las que desde la adolescencia están un poco más escondidas en la profundidad de ti. Al conversar con Joaquina, descubrimos a persona #MuyJoven que se define como “extremadamente sensible” y es precisamente esa una de las claves que la hace conectar con la generación Z.
En su reciente paso por Chile, la cantante venezolana presentó su show en el Teatro Teletón y conversó con Muy Vesta para vivir una experiencia VIP en este universo que creó.
MV: ¿Por qué crees que eres portada de Muy Vesta?
“Han creído en mi propuesta musical y también a nivel de estilo. Para mí, la moda, cómo me maquillo, me visto y todas las expresiones corporales son parte de lo que quiero decir con mi música, y creo que vieron algo especial en eso”.
MV: Conversamos en mayo del año pasado por primera vez. ¿Cómo ha estado la montaña rusa de la vida desde ese entonces?
“Ha sido extremadamente formativo en mi vida. Fue el año en que pude crear mi primer disco, es la oportunidad de hacer un proyecto que me apasiona a mí mucho. Me tardé como un año y medio solamente escribiendo las canciones. En este tiempo, por primera vez, pude viajar el mundo con mi música, algo que siempre soñé: estar tocando en distintas ciudades. Fue un sueño gigantesco que cambia mi perspectiva”.
MV: De todo el tiempo que dedicaste a esas composiciones, ¿recuerdas cuál de ellas exigió más de ti en el proceso de estudio?
“¡Uy, muchas de ellas! Hay una que se llama “todo y nada”, que tardó mucho tiempo en componer. Es una canción relativamente simple, o al menos lo parece, pero en realidad dentro de la historia y la narrativa hay mucho amor que le puse, sí me tardé un montón haciendo esa”.
MV: Aunque suene simple, ¿por qué hay algunas que tienen un proceso más duradero que otras? ¿Hay más nudos por resolver, o más por abarcar en una sola canción?
“Hay distintos tipos de canciones. Algunas son más conceptuales que otras, entonces para mí es más importante ser más inteligente a nivel de composición y tal vez eso toma más tiempo, el querer hacer un mejor juego de palabras. Siento que hay otras que son más un deshago, un vómito de palabras, que no significa que no sean letras inteligentes, sino que más simples a la hora de decir las horas… Algunas son más poéticas y tengo que amarrar el concepto, y otras donde quiero escribir sobre lo que me está pasando, fotografiar ese momento de una forma más simple”.
MV: Quienes estrujan su creatividad, también deben tener breaks creativos. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Qué tiempos tomas para ti y tus emociones?
“Honestamente, estoy intentando descubrirlo todavía porque no me tomo muchos breaks, estoy siempre creando incluso cuando no esté en el estudio. Si estoy en mi casa, también estoy escribiendo algo o pensando algunas ideas. En los últimos meses, he experimentado un burn out creativo y ha sido algo muy feo para mí, es nuevo. Hoy en día ser artista no es solo componer tus canciones, es pensar en los planes de marketing, los shows, tu contenido, cómo traducir tu mundo en redes… y la gente subestima todas las horas del día que uno tiene que estar pegada al celular, editando y posteando. Es mucho. Eso a mí me quema mucho y he tenido que buscar días, o por lo menos horas, para no hacer nada. Ha sido difícil encontrar el balance porque estoy muy metida en mi proyecto: produzco, compongo y todo el universo visual nace de mí, entonces he tenido que aprender a delegar y ser mejor con mi tiempo”.
MV: Cantar en vivo se ha convertido en uno de tus momentos favoritos del proyecto. ¿Cómo le podemos explicar qué te hace sentir? Pensando, por ejemplo, en alguien que nos lee y nunca se ha subido a un escenario.
“¡Qué buena pregunta! Es… es como una dopamina, un shot de dopamina a la vena. Se siente mucha euforia el subirte al escenario y saber que tienes a muchas personas yéndote a escuchar. Se sienta una ola de euforia, como si fueses invencible, puedes hacer lo que sea. Te subes ahí y ¡puedo hacer lo que sea! He tenido shows muy difíciles, donde la he remado, o performances donde he llegado hasta el final y, cuando me bajo de ahí, pienso ‘nadie me puede decir que no puedo hacer algo en mi vida’. Estoy exagerando (risas), pero lleva esa ola inexplicable. En mi caso, que compongo canciones en mi habitación, estar en tarima con personas que las canten es muy raro, te sientes fuera de tu cuerpo al escucharles cantar cada palabra… Es como si te estuvieses viendo desde afuera, eso es muy extraño. Cuando te bajas del escenario es peligroso no bajarse de esa ola, ¿sabes? A veces te quedas ahí y luego viene un peak hacia abajo, llegas al hotel y estás solo”.
MV: Al bajarte del escenario te sientes invencible, pero antes de subirte, ¿qué dudas te acompañan?
“Ojalá suene bien el lugar y que a la gente le guste. Si voy a tocar una canción nueva, estoy recordándomela y repasando las canciones. Para mí, más que nada, es querer traducir el show a una experiencia lo más smooth posible”.
MV: ¿Cómo lograste traspasar tu esencia a un espectáculo en vivo?
“Llevamos meses trabajando los arreglos, saber traducir las canciones al en vivo es nuevo, fue un reto bien grande. A nivel corporal, entrenarme a mí también ha sido un desafío, tener que hacer más cardio y coreografiar todas las canciones”.
MV: ¿Cómo es tu rutina antes de subirte al escenario?
“Normalmente, tenemos la prueba de sonido con la banda y luego me cambio para tener un espacio con los fans, a veces les canto algunas canciones y respondo preguntas, y luego regreso a mi camarín, me maquillo, me hago el pelo y ahí sí me gusta tener tiempo para mí sola, 100% sola. Dejo un tiempo para escuchar música y relajarme, caliento la voz por 20 minutos y a veces hago algunos estiramientos rápidos para que el cuerpo se mueva y preparar el diafragma”.
“Para mí es muy importante apagar todos mis sentidos y estar yo sola. Los shows son un intercambio de demasiada energía, tienes que estar entreteniendo a la gente todo el rato y eso es desgastante energéticamente, de la mejor manera, claro. Es lo más hermoso del mundo, recibes mucha energía, mientras gasta mucha. Muy pocas veces he salido después de un show porque necesito bañarme y estar sola, descansar antes de irnos al siguiente lugar. Es parte de mi personalidad, disfruto mucho de estar sola… Es lo que me recarga también”.
MV: ¿Cómo funciona tu batería social?
“La verdad es que soy una persona muy extrovertida, puedo quedarme hablando horas, me encanta, pero no creo que la batería social me dure tanto. No soy tanto de ir a fiestas y tengo canciones que hablan sobre esto: amo hablar con gente, pero no me dura tanto. Después de un rato, necesito pasar tiempo sola, en mi habitación o tirarme en el sofá y ver Netflix. Ese es mi plan favorito de la vida: estar en casa con mis amigas, viendo tele con sushi. Nosotras y ya”.
MV: “Capricho” es el focus track de este disco. ¿Por qué, Joaquina?
“Sentí que cuando salió el disco era una de mis favoritas, pero siento que es una de las más fuertes del álbum, que habla de tener sentimientos encontrados y querer luchar contra la corriente. Me pareció que es una canción muy honesta, es muy característica del lenguaje emocional del resto del álbum”.
MV: Cantar este tipo de canciones en vivo es volver a vivirlas, aun así sean historias propias o prestadas. ¿Qué pasa en ti cuando vuelves a cantarla?
“Honestamente, cobra otro tipo de sentido. A veces, la gente cree que si sacas música triste, eres una persona triste, pero no es algo que esté haciendo constantemente porque tengo una gama de distintas emociones en mi música. Los momentos en los que más sentimental o triste me siento es cuando escribo la canción, eso me ayuda, por eso muchas de ellas tienen esa emoción. Me gusta ser muy nostálgica y cuando la canción sale, se transforma, ya ni siquiera estoy pensando en la persona que se trata, especialmente si es algo que viví hace años. Eso me ayuda a convertirme un poco en un personaje y vivir la canción desde otro punto de vista”.
MV: Es muy evidente la sensibilidad que caracteriza y atraviesa tus canciones. ¿Cómo describirías tu propia sensibilidad? ¿Cómo siente Joaquina?
“Soy extremadamente sensible y muy cercana a mis emociones. Siempre me gusta estar descifrando lo que siento, vivo todo muy a flor de piel y a veces hasta exagero un poco (risas)”.
MV: ¿Eres de sobrepensar?
“Demasiado, ¡uf! Tiene que ver con estar pegada al teléfono todo el día, pero es algo con lo que lucho mucho”.
MV: Una de tus canciones dice “puedes ser todo lo que quieres ser”, lo que nos lleva a plantearnos, ¿qué querrá ser Joaquina?
“Quiero ser, antes de ser buen músico, buena persona, hija, pareja y hermana. Eso es lo más importante para mí, ser una buena persona con la gente e irradiar luz al entrar un cuarto. Que las personas que se crucen conmigo se lleven una buena impresión y un rayo de luz de mi parte. Soy compositora y cantante, pero me estoy descubriendo como performer, como productora, y en el futuro quisiera aventurarme a otros espacios del arte, así sea la actuación, el cine o escribir guiones. Quiero, en el futuro muy futuro, ser mamá y tener a mi familia”.
MV: ¿Qué música es parte de tu vida?
“Uf. Yo crecí escuchando la música de mis papás, siempre me crié con mucha música ochentera y noventera, pop rock de esa época”.
MV: ¿Qué te hace ser #MuyJoaquina?
“Soy #MuyPerfeccionista, sensible, amable y amorosa en general. Soy amante del amor y también a nivel familiar y romántico. Soy #MuyDeterminada”.