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Si Chile cambió, todos cambiamos

En esta columna triple, el equipo editorial entrega su visión de la contingencia nacional y cómo Muy Vesta, al igual que Chile, vive cambios.

Vesta Lugg / Directora Creativa

Cómo hablar de esto sin que se sienta que me quiero apropiar de una temática desde el privilegio en el que he vivido toda mi vida, pero sabiendo que es sumamente necesario ser empática y que efectivamente en la unión está la fuerza. No porque no me haya tocado vivir muchas de las injusticias sociales y sistemáticas que hoy se están gritando tan fuertemente, significa que no siento la injusticia y que quiero intentar ser parte de su solución. Quiero y debo como ser humano, velar por un Chile más justo para todes. Porque hay un macro más grande que mis problemas y mi burbuja e invito a todos los que me están leyendo a salir de su núcleo por los siguientes minutos (y ojalá de aquí en adelante), para reflexionar sobre lo importante que es entender que no se trata de nosotros como individuales. No porque a mi no me falta, voy a dejar de luchar por al que sí.

Mi equipo de MuyVesta está conformado, mayoritariamente, por jóvenes. Jóvenes que viven por todo Chile, con formaciones distintas y que tienen experiencias de vida distintas. Tenemos un grupo de Whatsapp (que se llama “¿Qué equipo? LINCES”) y en este espacio, estas últimas cuatro semanas, he aprendido mucho más de lo que ya conocía de ellos. La perspectiva que te da conocer en profundidad a los que te rodean es realmente mucho más reflexiva de lo que crees cuando se potencia la necesidad de pensar en otros antes que en ti.

Durante la semana del toque de queda, mi equipo, que está repartido por el país y se conocen sólo por el trabajo que nos une, nos preguntábamos si habíamos llegado bien, si necesitábamos algo. Si alguien quería hablar, ahí estábamos. Creo que nos impulsó a todos, de forma inconsciente, a ponernos más que nunca en los zapatos de otros.

¿Por qué hablo de mi núcleo cuando acabo de decir que debemos mirar el macro? Porque creo que es tan importante evaluar dónde nosotros mismos estamos cometiendo errores. Desde lo personal a lo general, mi núcleo de personas me ha enseñado muchísimo en las últimas 4 semanas. Estos jóvenes están cambiando el país. Son los que han salido a manifestarse insistentemente todos los días por los últimos 31 días, me han mostrado realidades distintas a la mía y que en esa perspectiva está la composición de mi opinión. No, no se trata de mí, pero ¿cómo desde MÍ puedo apoyar y ser parte del cambio que a Chile le hace falta? Escuchando, educándome, mirando, preguntando… NO quedándome en el “si no me impacta a mí, no pasó”.

Para cerrar una MuyBreve columna con lo que en realidad da para hablar horas y horas, páginas y páginas, gracias, equipo linces, por sentir tan vivamente, gracias por enseñarles a todos los que los rodean que hoy más que nunca debemos escuchar al de al lado. Esta juventud es parte esencial de la nueva la historia en Chile y confío en que juntos podemos plasmar eso en las páginas de MuyVesta.

Natalia Muñoz / Directora General

Han sido semanas tan intensas… Tuve la oportunidad de estar en Chile cuando todo explotó y digo la oportunidad porque hace un año y medio vivo en Canadá con mi familia, buscando un futuro que mi país no logró darnos. Y junto a Vesta nos tocó estar en Chile cuando el estallido social se hizo sentir con toda su fuerza y si bien hoy vivo en otro país donde la desigualdad existe, por cierto, pero no se nota y yo lo sé porque he vivido la desigualdad social toda mi vida.

Llevo 14 años pagando un crédito Corfo. Mis padres ganan una pensión de 120 lucas después de haberse sacado la cresta toda su vida. Mis hermanos mayores soñaron con ir a la universidad, pero nunca pudieron. Gracias al endeudamiento, mi hermano chico y yo tuvimos ese privilegio. Lo que en algunos países es un derecho, para nosotros fue un privilegio.

Y por ese derecho fuimos a marchar, gritamos y cantamos como todos quienes marcharon por tantos días. El derecho a la oportunidad es lo que me motivó a ir y lo hice junto a mi hermano mayor, que tiene 48 años, el menor que tiene 28 y una de mis hermanas que tiene 41, porque todos, cada uno con su historia, vivimos la falta de oportunidades.

También marché con Vesta y con maravillosas personas de nuestro equipo, algunos en Santiago y otros en regiones, porque esto es de todo el pueblo. Cada uno de nosotros ha vivido algunos privilegios y la falta de ellos también y esa transversalidad de experiencia es la que da vida a Muy Vesta, la capacidad de soñar juntos, sin importar cuál sea nuestra historia, nos sumergimos en este maravilloso mundo digital y con nuestras diferencias hemos conseguido una maravillosa sintonía, llena de empatía y cercanía.

Mi experiencia es única, justa e injusta, pero es mía, y tanto mi experiencia como la tuya vale. Así que sigamos luchando por esa libertad y por esos sueños, la valentía es una virtud y la esperanza un don que nos debe acompañar en este camino. Caminemos juntos…

Yerko Rubilar / Editor

Y de repente, la burbuja de lo que conocíamos como Chile hizo ¡plop! Si les digo que no me he sentado a reflexionar, les estaría mintiendo. Es imposible no darle más que un par de vueltas a lo que está pasando, remontarse a las raíces del problema y tratar de entender por qué está pasando lo que está pasando. Si luego de eso no hay en nosotros al menos un cambio, todo está mal. Re mal.

Ser el más joven del equipo me hace automáticamente el que más lejos nació de la dictadura. ¿Vivir con toque de queda? ¿Caminar por las calles con militares armados? ¿Personas que conozco torturadas por estar a dos cuadras de su casa? Ninguna de las tres opciones estaba en mis planes. Y me imagino que tampoco en los tuyos, que estás leyendo esto.

Despertamos, pero no podemos volver a quedarnos dormidos. “Esto no prendió”. Déjame reírme, loco. Si has salido a marchar, sabrás cuánto se equivocó el expresidente del Metro en esa declaración. En las calles he visto cómo esto prendió… Y prendió con unidad, aguante, garra, creatividad. Esto… Esto no se apaga. Gracias a quien ha ido a marchar una vez, al que ha ido todos los días, a quien comparte en sus redes sociales información útil, a quien caceroleó desde su puerta, a quien comparte agua con bicarbonato y limones en las marchas, a quien se toma el tiempo de ayudar a la persona de edad que no puede correr como los más jóvenes. A todos, gracias.

Ante este momento histórico que vive Chile, frente a un pueblo que dejó de ser lo que era, Muy Vesta también lo hace. Sumamos una beta educativa y social porque hacernos los ciegos está mal. Hacer como que vivimos en normalidad tampoco es una opción. ¿Cómo hacerlo? Si hay personas muriendo, quedando ciegas y sufriendo lesiones de diferente índole. Simplemente, hacer que todo sigue igual es imposible.

Foto: Byron Andrade / @desenfoqueph