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RESOLVAMOS DUDAS Y MITOS DEL PLEBISCITO

Para muches, es primera vez que vivimos esto, así que tranqui, ¡conversémoslo! Acá 7 FQA #MuyPrecisas sobre el tema.

Por Tamara Rogers / @Tami_rogers

Si tuviéramos que elegir las palabras que más han sonado este 2020, sin duda Covid y plebiscito se estarían peleando el primer lugar, pero seguramente sería plebiscito la que llevaría la delantera en las últimas semanas. Y tiene bastante sentido, considerando el escenario actual, que este término cuya traducción literal significa “mandato del pueblo” sea un infaltable en cualquier conversación.

El pueblo decide, eso haremos el próximo 25 de octubre: tomar una decisión. Y por mucho que quieran convencerte de votar por una u otra opción, al final la decisión es solo tuya, pero para que votes en conciencia y #MuyInformade, venimos a aclarar dudas y despejar mitos que se han levantado en torno a este plebiscito.

1) ¿Qué estoy aprobando o rechazando?

Parece una pregunta básica, pero la verdad es que es vital entender que lo que estamos aprobando o rechazando es simplemente si Chile entra o no al proceso de redacción de una nueva Constitución y qué órgano sería el encargado de redactarla. No estamos aprobando o rechazando dicha Constitución, solo nos manifestaremos respecto a su redacción.

¿Se escribe o no se escribe? y ¿quién la escribe? ¡Eso es todo!

2) ¿Qué es la hoja en blanco y qué tan “peligrosa” es?

Mucho hemos escuchado sobre esta “hoja en blanco”, este “partir desde cero”. Les tengo un dato, Chile ha tenido 10 textos constitucionales, la actual Constitución data del año 1980 y solo un 30% de sus normas fueron redactadas en 1980, el resto viene de la tradición constitucional previa. No vamos a partir de cero, no solo porque ya existe esta tradición constitucional, sino también porque Chile ha firmado una serie de tratados internacionales que debe respetar.

Sumado a lo anterior, debemos entender que para aprobar una norma constitucional se necesitará el voto de 2/3 de los constituyentes, es un quórum alto que nos asegura que ningún sector político podrá imponer sus ideas, sino que serán los acuerdos entre los distintos sectores los que irán plasmados en la Carta Fundamental.

Entonces, ¿por qué se habla de hoja en blanco? Porque al reformar una Constitución, si no hay acuerdo respecto de algo se mantiene la Constitución anterior, pero cuando hablamos de hoja en blanco, de crear una nueva Constitución, estamos diciendo que si no hay acuerdo entonces no hay norma, pero en ningún caso se mantiene la Constitución actual, por ello se habla de “hoja en blanco”.

Entender el real significado de “hoja en blanco” es clave para derribar el mito respecto a que “podrán escribir cualquier cosa”. ¡Existen límites para redactar la nueva Constitución!

3) ¿Rechazar para reformar?

Siguiendo el hilo anterior, ya entendimos que, si al reformar no hay acuerdo, entonces se mantiene lo que ya había. Sin embargo, las reformas sí son posibles, pero no necesariamente reformar será más rápido que redactar una nueva Constitución. Recordemos la Constitución es la norma de más alta jerarquía y requiere un alto quórum para ser reformada. Si a eso le sumamos los tiempos parlamentarios, el resultado podría ser incluso más lento.

4) ¿Asamblea Constituyente o Convención Mixta?

La principal diferencia entre ambas opciones radica en si quieres o no que los actuales parlamentarios, aquellos que se encuentran en ejercicio, sean parte del órgano constituyente.

Si la respuesta es sí, tu opción sería “Convención Mixta”, la cual estará formada por un 50% de parlamentarios en ejercicio y un 50% de miembros electos para estos efectos, si la respuesta es no, entonces debes votar “Convención Constitucional”, la cual se integra en un 100% de miembros electos para esos efectos.

Otro dato importante es que la paridad de género solo será tal en caso de que gane la Convención Constitucional, pues en la mixta a los parlamentarios no les será exigible que el número de mujeres y hombres sea el mismo.

5) ¿Cualquier persona podrá ser candidato?

Muches imaginan que la nueva Constitución será redactada por personas como tú o como yo, pero la realidad escapa un poco de eso. Recordemos que los constituyentes serán electos bajo el mismo sistema electoral que rige en las elecciones de diputados, lo que deja a los independientes en una posición muy desequilibrada en relación con los candidatos que van por un partido político.

Sin ir más allá, para ser candidato independiente deben cumplir con un número determinado de firmas ante notario, lo cual es #MuyComplicado considerando la pandemia, pero es un requisito que no deben cumplir los partidos políticos.

Con este escenario, será difícil ver un recambio en la política.

6) ¿Si apruebo viene una crisis como la de Venezuela y si rechazo no se soluciona nada?

Las campañas del terror son una especie de estrategia de propaganda política que busca mostrarte consecuencias “nefastas” en caso de que gane el bando rival, de esta forma votas por miedo y no por convicción. Trata de alejarte de las profecías y observa el plebiscito desde una mirada realista.

¡No caricaturizar el proceso es vital para votar #MuyInformado!

7) ¿Y si no me gusta la nueva constitución?

Aquí aparece el denominado “plebiscito de salida”, lo que tendremos que decidir en ese momento será si aprobamos o no el texto que ya ha sido redactado, es decir, si aprobamos la nueva Constitución. En caso de no ser aprobada, la constitución actual seguirá rigiendo.

Será el siguiente presidente quien deberá convocar al plebiscito de salida y sucederá una vez que el órgano constituyente le haga entrega de la propuesta de la nueva Constitución.

Como ven, este proceso tiene varias partes y ningún posible escenario es tan extremo como algunos lo han querido plantear. Lo importante es hacer uso de tu derecho a voto y con toda esta información votar por lo que tú crees será lo mejor para el país y no por los mitos que alguien te contó.