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¿Por qué sí nos debe importar la Constitución?

En este mes, más que nunca, esta palabra se ha repetido en titulares, captions e incluso las sobremesas, pero en un país donde la educación cívica no es más que una pincelada en cuarto medio, es súper frecuente que sólo tengamos nociones básicas sobre ella.

Por Tamara Rogers / @tami_rogers

La Constitución, Carta Fundamental, Carta Magna, o como diría Kelsen, “la norma de las normas”, se presenta como la ley fundamental de un Estado, con rango superior a todo el resto de las leyes. Si nuestro ordenamiento jurídico fuese el País de las Maravillas, la Constitución sería la Reina de Corazones. A toda norma que la contradiga: “¡córtenle la cabeza!” y su Sota de Corazones vendría a ser el Tribunal Constitucional.

En ella se establecen los derechos y deberes de los ciudadanos, la estructura y organización del Estado, limita el poder y determina los principios del orden jurídico en su conjunto.  En resumen, es la norma interna más importante de un Estado. Y si todo ello no es razón suficiente para que la Constitución tenga un espacio en tu biblioteca, aquí te dejamos las 5 razones por las cuales ¡la Constitución sí nos debe importar! 

  1. ¡Córtenle la cabeza!

Ya se los adelantábamos, la Constitución se encuentra en la punta de la pirámide normativa. Todas las demás leyes que forman parte del ordenamiento jurídico deben respetar lo que en ella se establece y no podrán contradecirla. En caso de contradicción será el Tribunal Constitucional quien declarará la inaplicabilidad por inconstitucional, es decir, le corta la cabeza a la ley, convirtiéndola en un texto muerto que no podrá aplicarse.

  1. Estrella solitaria

¿Sabes qué representa la estrella de la bandera nacional? Los tres poderes del Estado. Es sólo una porque Chile es un Estado Unitario, a diferencia de la de Estados Unidos, donde cada estrella es un Estado distinto. Esta forma de Estado está consagrada en nuestra Constitución al igual que toda la organización y estructura del mismo. En ella se consagra al Presidente como Jefe de Estado, los requisitos y la forma en la que serán elegidas nuestras autoridades y entrega las bases para el ejercer la administración. En pocas palabras, nuestro Estado es lo que la Constitución ordena que sea.

  1. Juan sin tierra y sin poder

Juan Sin Tierra fue el rey de Inglaterra, que luego de ser derrotado por sus propios gobernados, firmó lo que se conoce como el primer precedente Constitucional: La Carta Magna. En ella, el rey otorgó distintas garantías, como la correcta administración de justicia y el respeto a las costumbres, todo lo cual vino a limitar el poder ilimitado que hasta ese momento tenía el rey.

Con este antecedente no es difícil ver a la Constitución como un límite al poder político, el cual debe restringir sus actuaciones dentro del marco establecido y permitido por la misma norma. Es decir, sin Constitución el poder de los gobernantes sería ilimitado. ¿Se imaginan las consecuencias?

  1. Derechos Fundamentales

“Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, así parte nuestra Carta Fundamental. Esta frase que parece casi un poema se viene a complementar con el artículo 19, donde se aseguran los “Derechos Fundamentales”, los cuales emanan de la dignidad humana, es decir, la Constitución no los crea, sólo los reconoce. El artículo 5, por su parte, ordena respetar y promover dichos derechos, tales como el derecho a la vida, libertad de emitir opinión, derecho a la educación, respeto y protección a la vida privada, etc.

Si quieres conocer tus derechos, leer la Constitución es un excelente comienzo.

  1. ¿Garantías?

Ya hablamos de la protección a los derechos y su consagración constitucional, pero ¿todos los derechos se protegen de igual forma? La respuesta la podemos encontrar en la misma Constitución. Entenderemos que un derecho está realmente protegido cuando podemos exigir su cumplimiento. En Chile se hace principalmente por medio del Recurso de Protección, sin embargo, dicho recurso sólo está disponible para exigir el cumplimiento de ciertos derechos, como el derecho a la vida o a la propiedad, pero no para otros como lo son el derecho a la salud o a la educación.

Para saber cómo se protegen tus derechos también deberás consultar al texto constitucional.

Como pueden ver, estas son sólo algunas de las muchas razones por las que nos debe importar la Constitución, aún más cuando nos veremos enfrentados a la importante tarea de crear una nueva Carta Fundamental.

La invitación a leerla y acercarte a ella está más que hecha. Puedes leerla online haciendo click acá o comprarla en tu kiosko más cercano. Si te encuentras con un lenguaje muy técnico y que complica tu comprensión, puedes recurrir a Ley Fácil, donde utilizan un lenguaje más sencillo y responden las preguntas más frecuentes.

Un pueblo más informado es un pueblo que exige el respeto de sus derechos.