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¿Por qué MuyVesta? 

¿Quieres saber cómo nació #MuyVesta? Vesta Lugg te lo cuenta todo.

Por @VestaLugg

Vamos para atrás.

Nunca he compartido la historia de la pequeña Vesta que fue a su primer casting a los 7 años para un comercial de una multitienda.

Barb, mi paciente y creativa madre, la mujer que no dejó de tenerme los ojos encima por ningún segundo, reconoció en mí una necesidad de encontrarme. Tenía sólo 7 años, pero el colegio al que iba en esa época era de comunidad pequeña y había mucho espacio para encajar, lo que claramente yo no hice… y con pocos años encima, sabía que ese lugar no era para mí. A falta de un espacio en mi lugar académico, el modelaje me dio una voz. Como sucede rara vez, me castearon en uno de mis primeros intentos como la clásica niña rubia cliché en los comerciales de diversidad cultural. Hoy reconozco que mi color de pelo fue un factor que muchas veces me juega a favor como también en contra.

Después de esa oportunidad y agarrarle el vuelo al ritmo de colegio y con castings constantes post horarios escolares, empecé a cerrar muchas campañas hasta llegar a un casting de Mega (vision – en esa época). Estaban casteando para un roll de “Betty la fea” versión teen y yo di la vida en mi audición. Fue un proceso largo de varias etapas, hasta que logré el rol y me metieron en una temporada como personaje secundario. Tenía 11 años a estas alturas del partido.

Cuando empecé a grabar los fines de semana, mi energía, sonrisa y color cambiaron. Encontré un lugar donde me sentía cómoda. Donde me aceptaban. Esta nueva energía y color no fue recibida de la mejor forma por mis pares en el colegio. Si bien nunca hubo una agresión física, un grupo de niñas decidió que excluirme y ponerme sobre nombres como “Bestia” era lo más entretenido y efectivo para decirme que yo no era bienvenida. Esto duró casi un año, tiempo que se sintió como una eternidad.

Con 11 años, empecé a cambiar mi forma de relacionarme con todos los que me rodeaban, escondiéndome detrás de mucho pelo peinado como chasquilla y ropa ancha y negra. Ante la indiferencia de la institución educacional en la que me encontraba en esa época, Chuck y Barb decidieron reaccionar. Soy afortunada de tener dos padres que me vieron, sintieron y entendieron mi situación, optando por cambiarme de colegio. El resto de la historia es dominio público.

Muchos años después, Vanina Rosenthal titula mi portada de la Revista Caras como “La Bestia Millenial”. Cuando me llegó la maqueta me encontraba caminando a una reunión en Nueva York. Me tuve que detener a la sombra a re-componerme y soltar las lágrimas que llevaba reteniendo casi 11 años. Ha sido un camino de constante esfuerzo y de romper reglas impuestas por terceros para encontrar mi espacio en la comunidad creativa. Hoy soy una artista sin miedo, creo en todos los ambientes en los que me sienta cómoda porque nadie me lo impide a parte de mi propia imaginación. Tengo un equipazo a mi lado y una familia a prueba de balas y he llegado a este punto creyendo en mi misma… Aun así, volver a escuchar la palabra “Bestia” que me decía un grupo de niñas de 8 años me hizo sentir delicada e indefensa, volver a sentirme no aceptada con el simple hecho de leer una palabra y recordar el miedo que sentía de estar sola… Y es ahí cuando me di cuenta de algo que ya sabía pero que no me había dicho a mí misma: Ser valiente no es no tener miedo, es sentirlo y ser capaz de mirarlo a los ojos y decirle al mundo “hoy no, hoy nadie me va a detener.” Gracias Vanina por decirme que soy una bestia. Soy una bestia porque soy apasionada, luchadora, de 0 a 100, leal y visualizo lo que quiero y no paro hasta conseguirlo. Eso me hace yo. ESO es #MuyVesta. La sensación de valor, sentirte libre y lista para conquistar lo que quieras. Espero que todos ustedes lo sientan y si están en el camino de búsqueda, aquí estamos todos para acompañarlos.

Soy #MuyBestia… y tú?