Lecciones de una feminista moderna para navegar el mundo de las citas
Columna de opinión | “No soy gurú del amor, pero hay cosas que una puede hacer para amenizar el inevitable porrazo”
Cualquier feminista heterosexual tiene más que claro que el mundo de las citas, online u orgánicas, es una experiencia tortuosa que tendría que estar incluida en el Antiguo Testamento como una de las plagas bíblicas.
La guinda de la torta de toda esta experiencia es el hecho de que estemos atravesando una pandemia y que la única forma de conocer gente sea a través de Bumble, o peor aún, el innombrable Tinder. Los códigos de comportamiento y los innumerables fenómenos que emanan de estos, como ghosting, el sexting, el negging o el orbiting, transforman lo que en un momento fue un fenómeno social “natural” como el acto de “conocer y salir con alguien” en un deporte extremo que es digno de incluirse en las próximas Olimpiadas.
El fenómeno de las aplicaciones de citas es que creemos que tenemos mucho de dónde elegir, y eso, por un efímero momento, nos emociona, escuchamos “A whole new world” (la canción de Alladín pa’ lxs más lentxs) en el fondo y sentimos que existen infinitas posibilidades para enamorarnos.
El problema es que miramos a estas aplicaciones como si fuese Amazon, como si una pudiese escribir en la barrita de búsqueda: “moreno, ojos verdes, 180 cm o más, no machista, buenos hombros, la mamá vive lejos”, cuando en realidad, Tinder no es Amazon, Tinder es Facebook Marketplace, y lo que te toca hacer es intentar encontrar un espécimen con poco uso, que no esté muy lejos y que no venga con daños estructurales para tener que reemplazarlo a los 3 meses.
Como un acto de servicio público, yo, una mujer abiertamente feminista, sigo saliendo con hombres, y con todo tipo de ellos, jóvenes, maduritos, guapos y no tan guapos. Todo esto como para poder, así, perfeccionar el manual que vengo a presentarles, con la esperanza de que tengan una experiencia menos tortuosa con citas de la que han tenido hasta ahora.
Léase aquí las 6 reglas de oro para sobrevivir el mundo de las citas cuando eres feminista y heterosexual:
1) Nada es personal: ¿Alguien te ghosteó? No es personal. ¿No le gustaste lo suficiente como para salir de nuevo? No es personal. ¿Volvió con su ex? No es personal. Sé que este tipo de consejo es mucho más fácil darlo que recibirlo, pero cuando perfecciones el arte de no tomarte nada a la personal, vas a poder observar las cosas fríamente, con perspectiva y darte cuenta que ni siquiera te gustaba tanto el weón porque francamente, comía con la boca abierta y llegó a la cita en buzo del Colo-Colo. No dejes que una herida de ego te haga gastar energía emocional pensando en el longi con el que tuviste que decirle a tus amigues “esta foto no es tan buena, pero en persona es mucho más mino”. Sigue el consejo de Elsa y let it go 🎶.
2) Establece tus estándares y no cedas: Independiente de lo que estés buscando, touch and go o algo más serio, tú sabes mejor que nadie cómo te gusta que te traten. Si tu entorno ideal para conocer a alguien es citas en lugares públicos, haz que ese sea tu estándar y no seas flexible con eso. Si alguien te invita a su casa como primera cita, comunica lo que esperas de una primera interacción de manera sencilla, los onvres, por muy onvres que sean, saben leer y escuchar, no tienes porque repetirte más de una vez ni explayar en demasiada profundidad. No hay nada que asuste más a los fuckboys que los estándares claros y tú tienes que estar dispuesta a perder a ese match que solo te quiere para afilar a las 2 de la mañana un miércoles para poder ganar matches que sí valgan la pena con respecto a lo que tu quieres. Quienes se resten de la ecuación después de que comuniques tus estándares, te están haciendo un favor. La basura se está auto-sacando de tu vida, sea agradecida.
3) La virtud está en el medio: Hay muchos tipos de hombres que recomiendo evitar (los emprendedores “businessman” que, básicamente, son parte de una estafa de marketing de multi-nivel son los peores, seguidos por los papito corazón), pero como regla general, evita los hombres que estén en los lados extremos del espectro de comportamiento. La templanza es una virtud #MuyImportante a desarrollar y se debiese aplicar en todos los ámbitos de tu vida. Los hombres que escriben en su biografía: “SOLO RELACIÓN SERIA Y MUJERES DE VERDAD, HUMILDES Y SEÑORITAS”, son hombres que te están buscando para cumplir un propósito en SU vida y no importa quién seas, solo importa que vengas y reemplaces a su mamita.
En el otro lado del espectro, se encuentra el mucho más común espécimen masculino libertario. Ese que te habla del poliamor y de las relaciones abiertas. En su biografía escribe “busco que me follen la mente, vivamos el amor de manera libre con una manito de mota #420”. Evita este hombre a toda costa, se va a refugiar en el hecho que cree en el poliamor, pero no tiene puta idea lo que es la responsabilidad sexoafectiva y te va a costar 2 años de terapia superarlo. Te va a dar besitos en la frente y presentarte a su mamá, pero cuando lo presentes como tu pololo le va a dar la pálida.
4) Divide y conquistarás: Las mujeres hemos sido socializadas para pensar que tenemos que elegir un hombre y quedarnos con él en las buenas y en la malas, cuando los hombres han sido socializados para ser campeones del malabarismo de mujeres. Mi consejo es: no pongas todos los huevos en la misma canasta, nadie sabe qué va a pasar hasta que llega el minuto 90 y es importante diversificar las opciones porque sino tenemos expectativas del tamaño de un buque que después resultan en decepción. Al dividir tus afecciones puedes evitar las fijaciones amorosas que quizá emanan del miedo a la soledad (muchas gracias, patriarcado) y de esta forma puedes evaluar si alguien te gusta realmente o si en verdad es el único que te está dando pelota un domingo lluvioso.
Jamás asumas que eres exclusiva con alguien hasta que tengas una conversación explicita del tema, no porque te haya presentado a sus los amigos del fútbol significa que están juntos. Utiliza la comunicación clara para poder saldar estos temas, la clave es NUNCA asumir nada. Hasta que alguien no te deje claro que solo sale contigo, o tú no elijas tener esa conversación, puedes y debes salir con mucha gente para así poder tener tus opciones, las mujeres inteligentes tienen plan A, B, C y Z también.
5) Tú y tu diversión son la prioridad 1, 2 y 3 también: Es importante acordarse que uno sale con alguien para determinar si esa persona te gusta a ti, y no al revés. La jueza del programa eres tú y quien va a ser juzgado es él, NO AL REVÉS, y que en base a esto, que tú lo pases bien y que sea una buena experiencia para ti, es primordial. No estamos aquí para hacerle la pata a gente que nos nos entretiene ni nos hace sentir mal sobre nosotrxs mismxs, así que cuando algo huele a caca, es porque caca es.
6) La práctica hace al maestro: Salir y conocer gente nueva puede ser muy estresante y agotador, pero mientras más lo hagas, más natural se te va a dar y es un excelente ejercicio de auto-conocimiento (entender qué te gusta y que no).
Independientemente de tu objetivo final (encontrar una relación seria o un simple touch and go), la diversificación de prospectos y la práctica constante te va a permitir expandir tus horizontes y también te va a ayudar a estar relajada cuando sí conozcas a alguien que te gusta mucho. Salir con alguien que quizá no te mata también es una excelente manera de darte a ti mismx la oportunidad de conocer gente nueva que no necesariamente va a ser una conexión romántica, y de esas cosas pueden salir amistades, peguitas y proyectos bacanes. Está bien tener una lista de cosas que te gustaría encontrar en tu match ideal, pero mientras no clasifiquemos pal’ mundial seguimos practicando en partidos amistosos con un tercer tiempo tela.
Obviamente, el mundo de las citas como una mujer feminista es un campo minado y quedan muchas lecciones que aprender aún, pero espero que estas simples reglas sirvan para poder ponerte a ti como prioridad y así poder sobrevivir el complejo mundo de las citas heterosexuales.
Yo claramente no soy gurú del amor ni mucho menos, pero creo que hay cosas que una puede hacer para quizás amenizar el inevitable porrazo que implica ser vulnerable y exponerse al mundo de las citas, y si no aprendemos, por lo menos, todavía nos podemos reír con una copita de vino y nuestro fiel Satisfyer.