Contacto

La fortaleza y madurez de Ignacia Antonia

PORTADA N° 11 JUNIO 2019 / #An1versarioMuyVesta

Por @yerkodanilo

Tener un celular y utilizar apps está al alcance de todos, es fácil, pero ser Ignacia Antonia no lo es. La adolescente es seguida por más de 5 millones de personas en Tik Tok y en Instagram está al borde de llegar a los 2 millones. Volverse loca con tantos números a su favor es una de las opciones, pero su madurez le permitió elegir otro camino: Lidera campañas anti-bullying, promueve el empower woman e impulsa en sus fans a que se atrevan a soñar.

“Estoy en esta portada de aniversario para incentivar el poder femenino. Todas somos tan distintas, pero tenemos en común ese algo, nuestro poder”.

MV: ¿Cuál es tu superpoder?
“La confianza y seguridad que proyecto. En lo que hago a diario doy a entender que tenemos que confiar en nosotros y nuestras capacidades, no importa si alguien te dice ‘ay, que te ves feo’, si tú te encuentras lindo no importa lo que digan los demás. Al final, cada uno puede ser como quiera y si a otro no le gusta, qué pena, pero yo soy así”.

MV: ¿Qué más consideras importante comunicar a los jóvenes que te siguen?
“Soy mujer y me ha tocado vivir o ver situaciones en que las mujeres no nos hemos sentido cómodas. Tengo que decirle a las futuras generaciones por la línea que deben ir creciendo, sin que las pasen a llevar, no las pueden tocar y no les pueden pegar, siento que es un deber como mujer decirlo”.

MV: ¿Puedes relatarnos una de esas experiencias?
“En un verano subí un video con un bralette y un short y tuve muchos comentarios de ‘¿por qué te vistes así? Pareces puta. Me sentí #MuyMal y creí que era mi culpa, que yo hacía que me dijeran esas cosas, pero ¡no po! Si para mí esa ropa era la adecuada, la uso. Mi mamá me dijo que no podía cambiar mi forma de ser por la opinión de los demás”.

LA EMPERATRIZ DE LA GENERACIÓN Z

MV: ¿Estás construyendo tu imperio digital?
“Suena como una palabra #MuyFuerte, quizá aún no es momento de llamarle imperio, pero sí estoy construyendo algo #MuyLindo, paso a paso y sin adelantarme ni forzar nada, eso me tiene #MuyContenta. Para mí es impresionante todo lo que he avanzado y logrado”.

MV: Más allá de redes sociales, escribiste un libro y entraste al mundo de la publicidad. ¿Cómo decides qué proyectos aceptar?
“Yo converso todo con mi papá, él me maneja, ve los contratos y no transa cuando siente que me están pasando a llevar. Siempre me ha dicho que la plata no me puede mover ni cegar, porque puede ir y venir. La gente cree que por plata uno va a hacer lo que sea, pero nosotros lo miramos desde otro punto de vista: Si me gusta e interesa el proyecto, lo voy a pensar, pero si me tratan como basura, no, no transo de ninguna manera porque todos tenemos que saber lo que valemos”.

“NO MUCHOS SABEN LO QUE VIVÍ”

Hay experiencias que marcan y te hacen crecer. La vida que la influencer tiene hoy es completamente diferente a su cotidianidad de unos años atrás, donde enfrentó una difícil época económica, aunque hay un factor que se convierte en el pegamento de todos los fragmentos de su vida: La unión familiar.

“Cuando tenía 3 años, a mi hermano le diagnosticaron meningitis con 14 días de nacido, estuvo dos meses hospitalizado y mi papá quedó endeudadísimo con la clínica, su empresa había quebrado, vendieron la casa para pagar y nos fuimos a vivir a una pieza donde mi mami (abuela), éramos 4 en una pieza #MuyPequeña”.

MV: ¿Cómo lograron salir adelante?
“Después de eso vinieron varias etapas duras para mi familia, tuvimos que unirnos y buscar la forma de salir adelante, pasaron 7 años y recién pudimos lograrlo. Mi papá compró una casa e hizo un negocio en el primer piso, construyó el segundo piso y nos fuimos a vivir ahí, con la cerámica rota, había puertas y ventanas que no se cerraban, para el terremoto (2010) quedó la embarrada. Tuvimos que saber llevar esa situación que no muchos viven Y yo creo que no muchos saben lo que viví. Mi papá tuvo todos los trabajos que te puedas imaginar, uno de esos era que picaban cebolla en mi casa para vender a los lugares donde hacen empanadas, entonces mi casa siempre estaba pasada a cebolla… Fueron 7 años viviendo muy, muy mal. Creo que sé lo que es vivir en la nada y sé disfrutar lo bueno que se me está dando”.

MV: Luego de lo vivido, ¿valoras de otra manera lo que tienes y eres?
“Sí, lo valoro mucho. Lo que más feliz me hace es que tengo a mi papá, mamá y hermano detrás de mí, todo el tiempo y en todo lo que haga, son el apoyo y la base que toda la gente necesita, porque hay personas que con las luces y las cámaras se pierden, gracias a Dios eso a mí no me ha pasado”.

MV: ¿Te sientes afortunada?
“Sí, mucho. Tengo todo y más de lo que una persona debería o necesita tener. De verdad, siento que lo que estoy viviendo es un sueño y es algo #MuyBacán, porque veo cómo estuvimos hace 10 años atrás versus cómo estamos ahora y es #MuyHeavy”.

CHICA DE REDES, NO DE TV

“No me gusta tanto el tema de la tele. En el mundo donde yo me muevo es todo más espontáneo y cercano, uno muestra quién es, pero en la tele siento que proyectan cosas que a veces no son, no me gusta eso. Prefiero mostrar quién soy y mi día a día, no que vean a una niña en la tele toda arreglada y con joyas de oro diciendo ‘pucha, qué lata que a la señora le robaron’. ¿Cómo puedes estar sentada con todos los lujos de la vida? Es una contradicción gigante, no tiene lógica”.

MV: Como espectadora, ¿qué criticarías de la TV?
“Intentan mostrar algo que no es y creen que es mejor adornar las cosas, más que mostrarlas tal cual son. Creo que ganarían mucho más siendo auténticos que con tanto drama. Me quedo con el mundo digital, siempre”.