El tema “series” es uno de esos que nos apasionan y claramente podríamos estar horas conversando de referencias, de chistes o de escenas que nos marcaron, pero con #Heartstopper… pasa algo más.
Esta serie, que es una adaptación de la novela gráfica del mismo nombre, llegó hace una semana a Netflix y #MuyRápidamente se ganó el cariño de la audiencia, de la crítica y de la industria. Los factores para que eso sucediera son ene (muchos).
Si aún no la ves, sabemos que esta nota hará que la sumes a tu lista; pero si ya la viste, sabemos también que una sonrisita aparecerá en tu cara al recordar algunos pasajes de esta historia de amor.
¿Prefieren que comencemos por lo FUNDAMENTAL que es la real representación de la comunidad LGBTQIA+ en producciones de esta envergadura? Pues sí, empecemos por ahí.
Luego de un casting abierto, es decir, donde cualquiera podía audicionar sin la necesidad de tener un representante ni experiencia, pero con un requisito #MuyImportante: la convocatoria estaba restringida para postulantes que sí compartieran la identidad sexual y el origen étnico exactos de los personajes de la novela gráfica.
Y es así como Joe Locke fue el elegido para dar vida a Charlie Spring, un adolescente que fue acosado por compañeros de colegio y que es probablemente uno de los personajes más dulces y resilientes que hemos visto en las ficciones del último año.
A diferencia de Élite y Euphoria, acá vemos una adolescencia que se asemeja mucho más a la cotidianidad, donde no todo es asesinato, drogas y sexo. Aunque si queremos encontrar una similitud a otra serie de jóvenes, Young Royals es un perfecto ejemplo: adolescentes personificando adolescentes.
Ese amor absoluto de lxs guionistas de Élite de mostrar cuerpos “perfectos” con la excusa de que es una serie “aspiracional” no es algo positivo para la mente, para la juventud que está conociendo su cuerpo, aceptándolo o no, generando seguridades e inseguridades. Bueno, ESO… eso no pasa en Heartstopper.
EL AMOR… EL PRIMER AMOR
Esta historia es de esas que te deja con ganas de más, porque los 8 capítulos que se van en una tarde no son tan fácil de superar y muchxs vuelven a verla, pero ¿por qué será?
En pocas palabras, porque es algo TAN sano, puro y natural, que no estamos acostumbradxs a ver esto en una producción así.
MÁS QUE UNA SERIE JUVENIL
Si la historia se desarrolla en un colegio y sus protagonistas son alumnxs, automáticamente se asocia a que es un producto juvenil, pero la narrativa de esta serie es tan positiva para abrir el diálogo, para facilitar el entendimiento de personas de todas las edades, respecto de la comunidad LGBTQIA+.
Diversidad, aceptación, bullying y responsabilidad afectiva son algunas de las temáticas que podemos vislumbran entre diálogos, escenas y situaciones que esta historia nos cuenta y que son precisamente tópicos sobre los que hoy más que nunca hay que tener diálogo, contigo mismx, con tu entorno familiar y tus amigxs.
“Muchas personas queer crecen sintiendo que no merecen amor” – Joe Locke.
¿Y? ¿Eres de lxs que se va a repetir la serie o de lxs que no la han visto aún?