Por Josefina Grandón Bruna / @josefinag.b
Cuando conocí la copa menstrual sentí la necesidad de probarla, pero al mismo tiempo tenía muchas dudas y miedos, pensaba que sería incómodo o incluso doloroso. ¿Te pasa lo mismo? No te preocupes, en esta nota te contamos por qué la copa puede ser #MuyRecomendable para ti.
Usualmente hablar de menstruación se ha señalado como algo vergonzoso e inexplorado, por eso nos cuesta abrirnos a nuevas posibilidades y salir de las toallitas higiénicas o tampones. Para atrevernos, primero hay que comenzar a decir las cosas como son y en Muy Vesta queremos visibilizar el flujo sanguíneo y dejar de lado el tabú, a fin de sentirnos en armonía con un proceso #MuyNatural.
ENTONCES, ¿QUÉ ES LA COPITA?
Es un pequeño “recipiente” en forma de campana donde se almacena el flujo menstrual. Están hechas de silicona médica que se introduce y acomoda a la forma de la vagina. Es importante que el material sea libre de BPA (Bisfenol A), porque este compuesto de los plásticos es dañino para el organismo, y que también esté certificada por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos), organización que se encarga de controlar la calidad de los productos.
Desde la vereda científica, un estudio de la revista The Lancet Public Health (2019) aseguró que las copas menstruales son #MuySeguras y, además, demostró que la mayoría de las participantes de la muestra optaron por seguir usándolas, ya que no contienen químicos, no alteran el PH, son cómodas para hacer actividades físicas, evitan infecciones, son ecológicas, al ser reutilizable hasta por 10 años no producen residuos y es económica, una buena alternativa al alcance de los diferentes presupuestos.
¿Y CÓMO SE USA?
1) Debemos identificar nuestra talla según nuestro cuerpo. MiaLuna, una de las marcas #MuyConocidas de copas menstruales en Chile, nos enseña las características que indican cada tamaño:
2) Antes de usar la copa, tanto la primera vez como en periodos posteriores, siempre hay que esterilizarla. Para eso hay que dejarla en agua hirviendo durante cinco minutos, sacarla y esperar a que esté fría. Otra forma es usar vasos esterilizadores. Este proceso se repite al terminar cada periodo para mantenerla aseada.
3) Una vez que ya está #MuyLimpia, lava tus manos y dobla la copa para insertarla en tu vagina. Existen muchas maneras de hacerlo, pero la más común es doblarla por la mitad formando una “c”.
4) Busca una posición que te acomode para introducirla. Te recomendamos que trates sentada, parada o en cuclillas. Las primeras veces puede ser un poco complicado, pero en la medida que vayas probando lograrás encontrar la postura más conveniente para ti.
#MuyTip: Moja tu copa con agua para que entre cómodamente, incluso puedes usar algún lubricante si tienes problemas.
5. Para asegurarte que está bien puesta, sostén la “colita” de la copa y gírala para fijarte que no se mueva con tanta facilidad. Esta no debe sobresalir de los labios vaginales, NO lo compares con el hilo del tampón, porque debe quedar dentro.
OJO: La copita tiene un límite acorde a nuestro organismo por lo que no se quedará atorada.
¡Y listo! Ahora puedes andar con tu copa y realizar tus actividades #MuyLibre, sin miedo a mancharte. Lo común es vaciarla cada 4 o 6 horas, pero puede llenarse hasta las 12 horas, todo depende de tu flujo. Nadie te conoce mejor que tú misma.
Las invitamos a probar este método sustentable, cómodo y que también nos ayuda a aprender a querer nuestros procesos y amar nuestros cuerpos con naturalidad.
#MuyEmprendimientos: puedes encontrar copas menstruales certificadas en tiendas de Instagram, como @copitamialuna, @copitasbloodymary, @copitascl, etc.
