Por Niki Henríquez / @soyelniki
La familia real inglesa es una de las más conocidas a nivel mundial, pero a lo largo de la historia, uno de sus miembros destaca por sobre el resto. Siendo uno de los miembros de la corona inglesa más querida, Diana de Gales cambió por completo la imagen que se tenía de la realeza, siendo un icono de humanidad, carácter y estilo.
Con solo 20 años, esta princesa consorte se casó con el príncipe Carlos de Gales en 1981, y desde entonces no paró de sorprender.
Su forma de hacer las cosas eran revolucionarias para las costumbres reales. Por ejemplo, salía a caminar sola y utilizaba prendas “reveladoras” que con el tiempo se volvieron #MuyIcónicas.
Uno de sus emblemas fue su vestido de novia, un diseño voluminoso de mangas voluptuosas y falda larga con una cola de 8 metros, diseñado por David Emanuel. Su impacto fue tan grande que las casas de moda comenzaron a inspirarse en éste para los vestidos de novia. Desde entonces, fue #MuyRecurrente ver a las novias de la época con vestidos similares.
Su estilo marcaba las tendencias para los amantes de la moda. Lo que ella usaba, todas lo querían.
Es evidente que uno de sus colores favoritos fue el rojo, ya que lo vistió en muchas ocasiones. Una de ellas fue para mostrar a la prensa al recién nacido príncipe Harry.
En 1985, Diana, junto a su marido, visitaron la casa blanca y para hacer oficial su llegada, se realizó una cena formal donde se vivió un #MuyRecordado momento. John Travolta sacó a bailar a la princesa Diana, quien llevaba un vestido de terciopelo negro de Victor Edelstein.
Uno de los momentos más difíciles para Diana fue la infidelidad de su marido, el príncipe Carlos, con Camilla Parker. Sin embargo, el mismo día del anuncio oficial, Diana asistió a la gala Vanity Fair de 1994 con el denominado vestido de la venganza, uno negro diseñado por Christina Stambolian, que demostraba la actitud de Lady Di a nunca más depender de la familia real.
Y tú, ¿qué otro look memorable recuerdas de Diana?