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“ERA UN PERSONAJE TODO EL TIEMPO Y PERDÍ MI IDENTIDAD”

Karol Sevilla, más adulta y madura, comienza una nueva etapa musical con “Tus besos”, un single pop urbano.

Por Yerko Danilo / @yerkodanilo 🥝


De risas fáciles y buen humor es como estamos acostumbrados a verla en la TV y en redes sociales, pero ¿qué hay detrás de su sonrisa? Una interesante pregunta que hoy intentamos responder junto a ella, en una conversación a través de pantallas, pero #MuyCercana.


MV: ¿Cuál es la pregunta que más te hacen y que te aburre un poco repetir la respuesta?
“Hay una que me hacen muchísimo, y no es que me tenga harta, pero sí trato de cambiar la respuesta para que no me digan ‘ay, siempre dices lo mismo’. Lo que tenga que ver con Soy Luna me saca un poquito de onda. No me molesta contestarlas, es parte de mi carrera y de mi vida”.

Esta primera respuesta ya nos permite conocerla un poco: sabe que existe gran interés por hablar de su paso por Disney y los años que protagonizó la ficción infantil, pero nosotros… Queremos conversar de otros temas con ella. Recientemente comenzó una nueva etapa musical, de la mano de “Tus besos“.

MV: ¿Cómo te tiene este lanzamiento?
“Estoy #MuyEmocionada y feliz por el recibimiento tan bonito que ha tenido la canción, yo no me esperaba esto. Es la primera vez que se me escucha cantar género pop urbano y, sobre todo, con una nueva imagen, ya no soy la chica Disney con los patines, sino una Karol totalmente diferente. Sí existía el miedo de ‘¿le va a gustar a la gente, se van a sentir identificados con la nueva Karol?’, pero superó mis expectativas y también las de la gente”.

MV: Tomé algunas frases de tu canción y las convertí en pregunta: ¿Cuáles son las razones que hoy no te dejan dormir?
“Pensar qué tengo que hacer mañana, a qué hora me tengo que despertar (risas). Esa es mi razón que no me deja dormir. Soy #MuyAnsiosa con mi agenda”.

MV: Guiándonos por tu canción nuevamente: ¿A dónde crees que te están llevando tus caminos?
“Siempre hay muchos caminos. Mi vida en general es una vida #MuyLoca, siempre vivo a mil y a veces no tengo tiempo para la Karol no artista, soy siempre Karol Sevilla y no le doy el permiso de salir nunca a la otra yo. Mi vida va por diferentes caminos y creo que si sigo así, podría llegar bastante lejos, más allá de lo que quiero llegar a ser“.

MV: Como tercera y última frase, “tengo la cabeza bien loca” dices en tu canción, ¿esto es así en la vida real?
“Esto es así mal, ¡muy mal! Tengo la cabeza loquísima, siempre he dicho que me faltan millones de tornillos y es verdad, estoy todo el tiempo en otro rollo. ¿Sabes qué me pasa? ¡Soy tan distraída! Choco en el camino, me equivoco muchísimo, me trabo demasiado porque hablo muchísimo. Estoy loca realmente”.

MV: ¿Eres de compartir tu mundo interior?
“No… Soy malísima compartiendo mi mundo interior, soy #MuyMala también compartiendo mis sentimientos. Me cuesta muchísimo trabajo confiar en la gente y tener amigos, casi no tengo amigos, siempre pienso que sufren con mi amistad, porque no tengo tiempo, no soy una persona normal que puede ir a fiestas. He perdido amistades, pero si las pierdes, es porque no eran amistades. No tener el mismo mood y el mismo tiempo que otros me ha hecho ser cada día más cerrada”.

MV: ¿Cuán incondicional eres tú, pero contigo misma? Es decir, hoy ¿dejas tiempo para ti, para sanar, para reír?
“No, nunca me doy tiempo para mis sentimientos, nunca tengo ese tiempo. Siempre estoy pensando en qué tengo que hacer y hacerlo perfecto. La última vez que me rompieron el corazón, me dolió y lloré muchísimo. Terminé la relación un viernes y me dije ‘tienes viernes, sábado y domingo para llorarle. El lunes ya trabajas y la gente tiene que verte bien’. Lloré como nunca en mi vida y el lunes estaba como si nada hubiera pasado, se me olvidó y mi cabeza encontró el chip. No soy tan incondicional conmigo, como sí soy con las fans”.

MV: ¿Te ha pasado la cuenta esta manera de ser en tus años de carrera?
“¡Sí, claramente! Es difícil, es difícil… Yo no tuve infancia, no pude jugar con barbies ni estar con mis amiguitos en la escuela. Sufrí bullying y eso no me permitió entrar a la secundaria. Tampoco pude vivir una adolescencia normal porque estaba trabajando. A los 19 volví a México y me desbordé, dije ‘no quiero ser más actriz’ y borré las redes sociales, desaparecí de todo por un buen tiempo para disfrutar mi adolescencia y lo disfruté muchísimo, pero mi vida es estar en el trabajo y me encanta”.

MV: ¿Qué pudiste sanar en este tiempo de desconexión?
“Esto duró un poquito más de dos meses y fue ahí donde me di cuenta que era un personaje todo el tiempo, que perdí mi identidad. Cuando estaba triste o enojada, sentía la obligación de subir algo a las redes y no me preocupaba por mí, por lo que quería y sentía, entonces aprendí a ser más real y que no me importara qué dijera la gente. Empecé a subir las fotos que yo quería, donde ya me veía más grande y empecé a ver comentarios de ‘estás más gorda, no te queda bien, pareces señora’. Es tan fácil tirar hate detrás de la pantalla”.


Estamos en un mundo con muchísimo machismo, todo el tiempo esperan que la mujer esté perfecta, pero si sale sin maquillaje, la critican. Esto ya literalmente me vale, hoy me río y lo que digan los demás me resbala como si fuera mantequilla“.


MV: En los jóvenes de hoy está el cambio que se va a generar mañana. ¿Qué te gustaría que cambiara en el mundo?
Me gustaría que dejemos de quejarnos tanto. Todo el tiempo nos estamos quejando de lo que está pasando y no aprovechamos. El momento en que se nos van las personas o en un momento fuerte, es ahí cuando pedimos que las cosas mejoren… ¡Y antes estábamos bien! Pero nos estábamos quejando. Hay que ser más positivos, no estar en una nube rosa, pero ser consciente de lo que está pasando y ser responsable”.

MV: ¿Qué características te hacen ser #MuyKarol?
“Sé poner a la gente en su lugar: cuando es trabajo, nos enfocamos en que salga bien; y cuando es amistad, nos reímos y hacemos lo que quieras. Me gusta que las cosas estén bien. Soy #MuyResponsable en el trabajo, porque personalmente soy más desastre. Si en el trabajo me quito un vestuario, lo dejo colgadito y como lo recibí, también llego con mis textos aprendidos 100% y no me gusta llegar tarde. Y la última característica es que soy bien mal hablada en mi casa, llega un momento donde mi mamá dice que ya estoy diciendo muchas groserías (ríe)”.