“A TRAVÉS DE MI VENTANA” ES FUEGO HECHO PELÍCULA
Adolescencia y amor son un match clásico, pero ¿sabrán sumar “responsabilidad afectiva” a esta ecuación?
¿Te gustan los spoilers? Porque podríamos tener esta conversación llenándote de ellos 🤫
Todo comenzó con la clave del wifi. Si estás leyendo esto, #MuyProbablemente tienes wifi en tu casa, pero lo que no es probable es que te toque vivir lo que a Raquel y Ares en esta nueva película de Netflix. PREPÁRATE.
Una buena manera de comenzar es diciéndoles que el contenido no es apto para menores 🔥. Ya se puso más divertida esta nota.
En menos de dos horas, esta película es capaz de subirte a una montaña rusa donde así como amas algo, al momento siguiente puedes detestarlo y mucho, con una facilidad que solo algunos personajes llenos de conflictos internos pueden lograr.
Por un lado tienes a Raquel (Clara Galle), escritora, intensa y bajo perfil, pero mucho más directa de lo que vas a creer. Apenas tiene la oportunidad, va de frente y lanza, quizá sin pensar, lo que cruza por su mente.
A pocos metros de su casa, está la mansión de los hermanos Hidalgo, traídos desde el olimpo: Apolo, Artemis y Ares (Julio Peña). Este último, sin duda, tiene una barrera que se antepone ante cualquier lazo afectivo que pueda establecer, es una frontera que la gente no logra cruzar, pero ¿será Raquel la primera en lograrlo y conocerlo de verdad?
– ¿Eres alérgico?
– A ti… y al cloro.
POR QUÉ TIENES QUE VERLA
¿Las películas románticas son lo tuyo? Porque de ser así, siéntate y disfrútala, pero si no te gustan, deberías verla también, como un ejercicio que puedes aplicar a tu vida. A ver, las posibilidades de vivir una historia de amor así son bajas, es una novela, amigues, don’t forget it.
Sin embargo, hay un tema del que no hemos hablado y está más contingente que nunca, porque hoy hablamos de esto: ¿qué pasa con la responsabilidad afectiva, gente? Recordémosla, porque esa es la verdadera conversación que debes tener contigo una vez que termina la película.
Esta historia, que se desarrolla en Barcelona, tiene muchas escenas donde te dirás “¿pero cómo hizo eso? Oy el weón”. Que detectar estas conductas en una película nos sirva en el día a día para hacer un stop en las relaciones que sigan esta línea.
¿A qué huele el amor?, se pregunta Raquel. La respuesta que cada une le puede entregar será distinta, pero, por favor, que el amor nunca huela toxicidad ☠.
Por último, hay una dato extra #MuyAgradable y sorpresivo, que justo se da en una de las escenas más foertes (sí, con o). Nunca hubiésemos musicalizado una escena de contenido sexual con la música de Amaia, pero ¿saben? Es un match perfecto. Cuando escuches esta canción en la película, te acordarás de Muy Vesta.