Por Karla Mora / @karlitamorav
En nuestra vida cotidiana convivimos con muchas personas, muchas de ellas nos entregan gran energía y acompañan nuestros momentos, pero también nos relacionamos con gente, que sin que nos demos cuenta, influyen de manera negativa en nuestra salud afectiva, emocional e inclusive física. En general, son personas problemáticas que nos trasmiten negatividad, culpas, resentimiento, etc.
Por ejemplo, en las relaciones de pareja a veces no logramos distinguir cuando el otro nos daña, situaciones de abuso que no reconocemos y que nos acostumbramos a aceptar porque parecieran ser normales, pero que nos hacen sentir mal o incómodas.
Este tipo de personas puede estar presentes en diversos aspectos de nuestras vidas: en el trabajo, en amistades, en la familia. Sin lugar a duda, es importante aprender a identificarlos y a hacernos conscientes de las actitudes que nos dañan para hacerles frente y no permitir que nos afecten o cambien lo que realmente somos.
Hace poco leí un libro llamado “Gente tóxica” de Bernardo Stamateas, un psicólogo argentino que identifica ciertas tipologías y actitudes de estas personas. Estas categorias nos pueden entregar tips para no permanecer en estas relaciones nocivas, ni generarlas.
En uno de los capítulos, por ejemplo, nos muestra aspectos de “el manipulador”, una persona que, valga la redundancia, constantemente manipula a otra para obtener lo que desea sin importarle las necesidades de un otro. Aquí Stamateas comenta que “los manipuladores estudian a las personas en busca de su vulnerabilidad, de su debilidad. Ellos suelen tener como objetivo a la gente co-dependiente, crédula, con complejo de salvador o llena de culpa”.
“Buscan personas que superponen la amabilidad a su propia dignidad, gente a la que le cuesta decir “no” y que teme a la confrontación”.
A mi parecer, no está mal ser una persona crédula o vulnerable, el problema es que en ocasiones nos encontramos con gente que aprovecha eso para hacernos daño y sacar provecho de ello.
Hace un tiempo conversaba con una amiga acerca de su relación de pareja y ella me comentaba que su pololo constantemente la hacia sentir inferior, que minimizaba su trabajo y sobreponía siempre sus necesidades, la relación prácticamente giraba en torno a él, pero ella siempre encontraba una justificación para ello.
Me di cuenta que poco a poco ella se anulaba como persona, obviamente se lo hice ver, se lo advertí para que pudiera darse cuenta, pero seamos honestas, muchas veces cuando estamos sumergidas en esto, no queremos ver lo malo en el otro y terminamos, lamentablemente, dándonos cuenta cuando ya es tarde y la hemos pasado tremendamente mal.
Si estás sumergida en una relación de pareja que te hace sentir incómoda, no lo dejes pasar, enfréntalo y permítete ser feliz con alguien que te haga sentir bien y no culpable.
Amiga, ¡date cuenta y corre lo más rápido que puedas! Te comparto aquí algunas luces para que puedas identificar cuando algo no anda bien:
– Te obliga a contarle todo, incluso cuando querías conservar algo en privado. Es súper válido querer mantener para ti algunas de las cosas que te ocurren o que te cuentan. Respeta tu espacio íntimo.
– No te permite expresarte libremente, minimiza tus opiniones, te obliga a vestir de alguna manera determinada y te roba tu libertad. Tú eres #MuyDueña de tu vida y de tus decisiones, tú eliges qué usar y tu opinión no debe ser igual a la del otro para hacerlo sentir bien.
– Te hace vivir en torno a sus necesidades y deseos. Tú eres #MuyValiosa, tus necesidades y deseos son tan importantes como los del otro. Ámate como a nadie.
– Te aísla de la gente que quieres y en la que confías. Tus amistades y personas de confianza son quienes se preocupan por ti y te acompañan en momentos complicados. Cuando te quedas sola es más difícil salir de una relación tóxica, porque estás sometida a una rutina dañina que no te permite ver con claridad.
– Limita tu crecimiento personal, intelectual, laboral. No aceptes que te pongan límites y que no te dejen crecer, eres #MuyPoderosa y puedes conseguir lo que anheles sin que nadie te corte las alas.
– Influye en tus decisiones al punto de hacerte ir en contra de lo que sientes. Si va en contra de tus propios valores, no te obligues a hacer algo con lo que no te sientes cómoda, tú tienes el derecho de ser #MuyTú.
Ten en cuenta que una relación tóxica puede destruir tu voluntad y tu autoestima, una persona manipuladora primero mostrará la imagen de alguien preocupada y seductora, pero poco a poco comenzará a introducir descalificaciones, gritos, insultos, etc.
Te hará sentir que si te “equivocas”, le perderás. Debemos aprender a alejarnos de quienes nos dañan y nos hacen sentir mal. Si logras visualizar que estás teniendo una relación afectiva, de amistad, laboral o de otra índole, que está siendo perjudicial: no dudes en salir de ahí. Aunque puedas pensar que estás sola, no los estás. Pide ayuda a las personas en quienes confías y podrás romper el circulo tóxico que tanto mal te hace.
