Off White es una de las más nuevas del rubro, desde su fundación del año 2012 ha tenido ascensos únicos en su categoría. Un gran hito en su historia fue el traje de Kendall Jenner para Met Gala 2018, un traje blanco puro para una temática religiosa, quien fue además una de las mejores vestida de ese año.
Para esta ocasión, la marca de origen italiano ha mantenido su excentricismo y ha optado por tener prendas básicas, con elementos diferenciadores. Pantalones, blusas y botas en tonos blancos y beige, son notoriamente intervenidos por agujeros simétricamente puestos para dar un factor sorpresa a los espectadores de estas prendas.
Tonos grises, cafés y un destacado rojo hicieron su paso por la pasarela, destacando su pureza de carácter visual, poca costura visible y casi ningún bolsillo a la vista, algo poco usual en prendas de estas características. Los estampados hicieron su aparición con Tie Dye, este reconocido desteñido muy característico de los 70´s.
Pocas veces visto por Off White, vestidos de alfombra roja resaltaron en la pasarela, con tonos pasteles con líneas naranjas o azules. Además, la aparición de un vestido rosado con líneas fucsia, modelado por Bella Hadid.
Una marca que aceleradamente ha tomado posición dentro de las famosas, y que hoy nos hace desearla más y más.
