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Dominique Clarke: “mi mamá me enseñó a no ser ‘Lolita’”

La autora de “No soy tu Lolita” y “Mujer insurgente” nos habló sobre su último libro, la igualdad de género y su lucha contra la invisibilización de la mujer.

Por Paloma Pareja / @palirosada


En el documental “Miss Americana”, Taylor Swift dijo: “Todas las artistas femeninas que conozco se han reinventado 20 veces más que cualquier artista masculino. Ellas tienen que hacerlo, de lo contrario pierden su trabajo”. Y así como en la industria del espectáculo, la invisibilización de la mujer está presente en la mayoría de los espectros culturales y sociales.

Es ese el cuestionamiento que se hace Lorenza, la protagonista de “No soy tu Lolita”, el segundo libro y primera novela de la escritora chilena Dominique Clarke (22), que se acaba de publicar. Haciendo un guiño crítico a la mítica obra de Vladimir Nabokov (“Lolita”) y recopilando experiencias propias y de sus cercanas, la autora creó una historia sobre la búsqueda de una voz en la adolescencia, en una narración llena de interrogantes sobre los roles de género con la que de seguro te sentirás #MuyIdentificade.

MV: Domi, ¿cuáles son los cuestionamientos que se hace Lorenza (“Lolita”) en el libro?
“En ‘No soy tu Lolita’ decidí profundizar temas que no me había atrevido a tocar. Y trata sobre una adolescente en el contexto del Chile actual, ella se cuestiona la educación, por qué tiene que cumplir ciertos estereotipos y exigencias sociales que le incomodan y no le hacen sentido. Todo el camino de Lolita está delimitado por la literatura femenina, el solo hecho de consumir a mujeres de diferentes perspectivas que a lo largo de la historia estuvieron invisibilizadas es algo crucial para ella en su adolescencia”

¡F*CK THE PATRIARCHY! 

MV: Además de que es una novela, ¿qué más diferencia a este libro de tu anterior publicación “Mujer insurgente”?
“El hecho de que acá pude conectar al lector con una historia y con una protagonista durante todo el libro. Sentí que pude profundizar el camino de liberación de Lolita, porque tenías más tiempo y páginas para hacerlo, en “Mujer Insurgente” era una historia de una mujer en cada capítulo. Me gustó escribir a Lo, es como una amiga que me hubiera gustado tener en la adolescencia, es la recopilación de muchas experiencias de mujeres a lo largo de mi vida”.

MV: ¿Cuáles son esas experiencias?
“Hay cosas que no sabíamos, como que no está bien ser sexualizadas desde tan chicas, el slut-shaming, o que no sentíamos el mismo derecho a tirar la talla como el género masculino. El romper esquemas, por qué los hombres van al colegio con pantalón y las mujeres con faldas. Es una doble batalla para la mujer, porque está la adolescencia y su identidad, en un periodo de vulnerabilidad súper grande en torno al machismo”


“Escribí el libro para mujeres, hombres y disidencias. Para los hombres fue un shock leerlo, porque no ven la problemática que vivimos las mujeres; en cambio las mujeres me decían: ‘¡Oh! Esta es la historia de mi vida’”.


MV: ¿Cómo fue el proceso de escribirlo en esa etapa de la pandemia cuando ya teníamos más libertades?
“Fue #MuyDiferente a “Mujer Insurgente”. Una parte del libro la escribí en Chile y otra en Alemania, allá pude juntarme con una académica especializada en la invisibilización de las mujeres en la literatura y en la historia desde hace tres décadas. Poder vivir esa investigación donde rescaté mucha sabiduría fue #MuyNutritivo. Lo mismo en Chile, teniendo una rutina de escritura fuera de la casa, ¡me encanta ir a cafés y quedarme horas!”

MV: Hablando de literatura femenina, ¿quiénes son tus autoras feministas recomendadas?
“¡Hay tantas! Hay mucho que podemos aprender de diferentes géneros escritos por mujeres. Recomendadas nacionales: Marcela Serrano, nunca había conectado tanto con la escritura de una chilena, es un referente para mí; Marta Brunet, fue precursora del criollismo, ‘María Nadie’ es un libro que me encantó, encarna a la mujer en el entorno rural del siglo XIX y las cosas a las que se enfrentaba, como los prejuicios, la vida en el campo y el no tener privilegios. Internacionales, Louisa May Alcott, siempre pongo una cita de ella en todos los libros, “Mujercitas” es un referente de toda la vida para mí; y Simone de Beauvoir, no solo su escritura, sino ella como mujer”.

MV: También te estás convirtiendo en un referente, estás haciendo charlas en colegios, ¿cómo ha sido esa experiencia para ti?
“¡#MuyBacán! Lo que aprendo de los jóvenes es impactante, yo tomo apuntes en las charlas sobre la perspectiva de cada uno, cómo viven la represión de género y también la igualdad. Qué cambios han implementado para hacer sus entornos un espacio más justo. Son charlas súper interactivas, ellos son #MuyParticipativos y que conecten con mi mensaje me motiva demasiado”.

LOLITA DE NADIE

MV: ¿Cómo es la perspectiva de igualdad de género de esta nueva generación?
“¡Es cuático! Veo dos fenómenos, jóvenes reencontrándose con las estructuras que cuestionan y cómo lo hacen en su día a día, eso es súper potente, es increíble todo lo que aprendo día a día de las generaciones más jóvenes. Y por otro lado, me enfrento con juventudes que repiten los discursos de casa, que al final no son sus ideologías. Pero ¿sabes? Da lo mismo la educación que hayas recibido, es la mentalidad de la persona lo que importa, se nota cuando tienen una mentalidad de crecimiento o fija“.

MV: Hablando de mentalidades fijas y de crecimiento, ¿cómo es para ti escribir de feminismo en la sociedad actual?
“Creo que si bien hemos avanzado, es impactante leer libros de hace seis siglos y que todavía haya tanta veracidad en las palabras respecto a las injusticias que vivían las mujeres en ese entonces y ahora. El hecho de yo pueda respaldar mi libro con esas escrituras me genera incomodidad y a la vez una motivación aún más grande a querer generar este cambio y que todos formemos parte, es súper necesario”.

MV: ¿Qué te cuestionaste durante la escritura de “No soy tu Lolita”?
(Piensa) “Me pregunté, cómo puede haber estructuras que aún silencian a las mujeres en el arte, la literatura, la música, el periodismo, en los medios, la educación… entonces dices ‘¡obvio que llevamos seis siglos reclamando lo mismo!’. Para mí es un constante abrir los ojos, decir ‘no tengo que pedir perdón por esto, no era mi culpa, mereces este espacio, mereces que tu voz sea escuchada’”.

MV: Y ¿qué mujeres te inspiran?
“¡Muchas! Fui criada en un contexto en que mi mamá me enseñó a no ser ‘Lolita’ de nadie, a desde muy chica no esperar a que nadie venga a rescatarte. Crecí en una casa con dos hermanas que han forjado su camino por sí mismas y desde el empoderamiento, además de mi hermano que le tocó una casa feminista, (ríe). Mis primas, mis amigas, las chicas de la fundación Tremendas también son un referente y fuente de inspiración constante. Y las mujeres activistas en Chile son a lo que yo aspiro, desde el body positive, la música, la cultura… me he ido nutriendo mucho”.


“Deja de pedir perdón por cosas que ningún hombre pediría perdón, porque tiene ese derecho intrínseco a que su voz sea la escuchada”.


Fotos: Matthias Yáñez / @matiyanezc